El productor Harvey Weinstein, uno de los más conocidos y poderosos de Hollywood, se vio obligado ayer a abandonar la compañía de cine independiente que fundó y catapultó a la gloria del Óscar debido a un escándalo por los acosos sexuales que supuestamente llevó a cabo durante décadas.

El consejo de administración de la compañía Weinstein decidió retirar al productor de la empresa, dejando el control del estudio cinematográfico en manos de su hermano, Bob Weinstein, y del director de operaciones David Glasser, según un comunicado emitido ayer.

"A la luz de las nuevas informaciones sobre la mala conducta de Harvey Weinstein que han surgido en los últimos días, los directores de The Weinstein Company han decidido la terminación del empleo de Harvey Weinstein con la compañía con efecto inmediato y así se le ha comunicado", rezaba el informe.

La carrera de Weinstein se vio sacudida por un devastador informe del diario The New York Times que documenta que durante décadas el productor alcanzó numerosos acuerdos extrajudiciales para poner fin a denuncias de acoso sexual entabladas por antiguas empleadas y asociadas suyas. Entre ellas figuran acusaciones de abusos sexuales de la actriz Ashley Judd, conocida por la película Frida o la saga Divergente. Las acusaciones se remontan a la década de 1990, los días en que Weinstein estaba al frente de la productora Miramax, un estudio de cine independiente que era propiedad de Walt Disney Co.