El actor ganador de un Óscar Russell Crowe, denunció ayer la situación en la que se encuentran más de 600 solicitantes de asilo en un centro para inmigrantes ilegales en Manus (Papúa Nueva Guinea), al tiempo que aseguró que la situación es una "vergüenza" para el Gobierno de Australia y se ofreció a acoger a seis de los detenidos.