Hacía cuatro años que no se veía juntos a los reyes de España, Felipe y Letizia, con los eméritos en la misa del Domingo de Pascua en Palma de Mallorca. Desde 2014 Juan Carlos no asistía, algo que sí ha hecho de seguido Sofía, encantada de acompañar a su hijo, nuera y nietas en la tradición de concluir la Semana Santa en la isla.

Pero ayer saltó la sorpresa al ver bajarse del coche a Juan Carlos I a las puertas de la catedral de Palma, donde los Borbones fueron recibidos con ovaciones, aplausos y muchas fotos por parte de vecinos y turistas que se congregaron a las puertas del templo. Allí les esperaban también, al mediodía, el obispo titular de la Diócesis de Mallorca, Sebastià Taltavull, junto a la delegada del Gobierno en Baleares, María Salom. Junto a al rey emérito fueron también protagonistas las hijas de Felipe y Letizia: la princesa de Asturias, Leonor, y la infanta Sofía. Ambas no dejaron de sonreír ante el cariño del público congregado.

El rey Felipe llegó a la Catedral vestido con un traje azul marino, camisa blanca y corbata azul turquesa y conduciendo un Volvo XC90 de color negro en el que iban la reina Letizia y sus hijas. La primera lució una blusa de lunares blancos y negros y mangas acampanadas, unos pantalones palazzo de color negro y unos stilettos del mismo tono, acompañados con un bolso rosa palo.

Las pequeñas de la familia salieron del coche con la ayuda de su madre. Sofía lució un pichi azul turquesa con camisa blanca y bailarinas marrones, las mismas que llevaba su hermana Leonor, que combinó los zapatos con un vestido color beis, el mismo tono elegido por su abuela paterna.

Ésta llegó junto a su marido en otro Volvo V60 conducido por un chófer. Sofía se ha dejado ver con un traje de chaqueta con falda de color rosa beis, un bolso del mismo color y unos zapatos marrones. Por su parte, Juan Carlos optó por un traje negro acompañado de una camisa blanca y una corbata rosa.

Los seis posaron pacientemente y sonrientes a la entrada del templo de Palma, donde la reina emérita ha pasado las vacaciones de Semana Santa.

Si llamó la atención la presencia de Juan Carlos, no chocó la falta de las hermanas de Felipe VI, las infantas Elena y Cristina, que en los últimos años han dejado de asistir: la primera estuvo por última vez en 2014, la segunda, en 2011.

Leonor y Sofía fueron las que más atenciones recibieron, tanto del público como de sus padres y abuelos, muy pendientes de ambas. A la salida de misa -de poco menos de una hora- las niñas han dado la mano a las personas situadas a las puertas de la catedral de Palma, donde hubo hasta lloros por parte de alguna mujer emocionada.