Con la elección de Cate Blanchett como presidenta del jurado, el Festival de Cannes apuesta para su primera edición post-Weinstein por una actriz exigente y versátil pero también por una feminista convencida, figura de la lucha contra el acoso sexual. "Activista", "comprometida", "absolutamente" feminista. Así se define la australiana, de 48 años, doblemente oscarizada por El aviador y Blue Jasmine, en una entrevista esta semana con la revista Variety, en la que reconoce que ella también fue víctima de los comportamientos inapropiados del productor Harvey Weinstein.

"Creo que estamos abordando valientemente los problemas relacionados con nuestra industria", dice la actriz, a quien no le gustó ver a una sola mujer, la neozelandesa Jane Campion, en una foto de laureados con la Palma de Oro tomada con ocasión de la 70ª edición de la muestra el año pasado.

En enero, Blanchett formó parte, junto con Natalie Portman o Meryl Streep, del grupo de actrices de Hollywood que lanzó el movimiento Time's Up para ayudar a las víctimas de acoso sexual. Un combate que nació con las numerosas acusaciones de agresión y violación contra el productor estadounidense Harvey Weinstein.

Duodécima mujer en presidir el jurado del Festival de Cine de Cannes, cuatro años después de Jane Campion, la mujer que considera este papel como "una enorme responsabilidad" ama también asumir riesgos en su profesión y no duda en interpretar personajes muy dispares.