Conocida por su elegancia y glamur, Meghan Markle llevará un viento de cambio al código de vestimenta más bien conservador de la familia real británica, pero también tendrá que decir adiós a una parte de su estilo. ¿Volveremos a ver a esta exactriz estadounidense de 36 años con un par de jeans desgarrados, en mini-short o con un amplio escote, como hizo en el pasado?

A modo de aperitivo de lo que le espera, Meghan Markle ya salió de las redes sociales, donde a veces aparecía en poses sexis, despeinada, como una mujer de su tiempo, pero no como una representante de la casa de Windsor.

Al unirse al príncipe Enrique, nieto de la reina Isabel II, se casa con una institución, la familia real, cuyas tradiciones seculares organizan con más o menos autoridad la vida de sus miembros, incluida su forma de vestirse. "El código de vestimenta real es muy tradicional, sobre todo cuando los miembros de la familia cumplen con sus deberes reales", destaca Grant Harrold, exmayordomo de la familia real.

"Como se ha visto con la duquesa de Cambridge, Catalina, los sombreros forman parte de la etiqueta real y es probable que veamos a Meghan Markle llevándolos más a menudo", añade.

Pero eso no es todo: la estadounidense deberá acostumbrarse a las medias de color carne o neutro, olvidar los esmaltes de uñas excéntricos y no llevar vestidos por encima de la rodilla, explica Grant Harrold. El cambio ya se deja ver. Meghan, muy presente en los últimos meses en visitas oficiales, dio muestra de una elegancia refinada pero sin excesos.