Con el legendario Spike Lee en competición, la directora militante Ava DuVernay en el jurado, la cuestión de la presencia de los negros en el cine irrumpió con fuerza en Cannes. Después de que el sábado, casi un centenar de mujeres pidieran la "igualdad salarial" entre hombres y mujeres, 16 actrices francesas negras y mestizas tomaron ayer la alfombra roja para denunciar los roles inaccesibles y los tópicos y bromas que tienen que soportar, a veces al límite del racismo.

"Me siento llevada por el espíritu de los tiempos, una prueba de que las cosas evolucionan y que salen los muertos del armario", admitió la actriz Aïssa Maïga, líder del movimiento de los intérpretes negros.