Quienes conocen a Marta Ortega admiten que la proyección social de la heredera del imperio Inditex es cada vez mayor, pero insisten en que no es algo buscado. Apelan a la discreción que siempre ha imperado en el entorno de Amancio Ortega. Una discreción que se rompió el 28 de marzo cuando el fundador de Inditex cumplió 80 años y su hija pequeña le organizó una fiesta sorpresa en la sede central del grupo, en Sabón (Arteixo).

Durante la celebración, la plantilla dedicó a su jefe un flashmob, se proyectó un vídeo y se entregó al homenajeado una tarta para que soplase las velas. El homenaje, gestionado de forma interna, salió a la luz en forma de vídeo. La emoción del segundo hombre más rico del mundo se hizo viral y Marta Ortega, artífice del momento, volvía a centrar todas las miradas.

Ajena al interés mediático que genera, la hija pequeña del fundador de la compañía textil continúa centrada en sus tareas en la multinacional. Desde que terminó sus estudios de Empresariales en el European Business School de Londres, la heredera de Inditex ha seguido el plan diseñado por su padre para llegar al liderazgo de la compañía desde abajo.

En los últimos meses, eso sí, hizo más apariciones en actos públicos como la entrega de los premios Oscar o la Feria de Abril de Sevilla, donde acudió con Torreta.