La cantante Amaia Romero, ganadora de la última edición de Operación Triunfo y representante de España en Eurovisión 2018, fue una de las artistas que actuó ayer en el festival de música indie Primavera Sound que se celebra estos días en Barcelona. "Hay que romper los prejuicios", aseguraba antes de la actuación la joven, quien se preguntó que si una persona viene de un talent show televisivo "¿por qué no puede estar en el Primavera Sound?", aunque admitió que temió que su paso por el programa le cerrara puertas, pero después ha constatado que no.

A su juicio, es necesario cambiar el hecho de que unos estilos musicales sean incompatibles con otros, algo que "parece imposible", pero que debería ser así. Sobre su futuro musical avanzó que se dejará llevar por lo que le gusta. "Me siento identificada y cómoda con estilos distintos", y avisa de que uno de ellos es el flamenco, el otro cantar baladas en piano y también el estilo indie. "Me siento muy cómoda en muchos estilos. Me cuesta decantarme. ¿Por qué no hacerlos todos?", indicó la joven cantante, que negó estar trabajando en una colaboración con Rosalía, pese a reconoce que se han hecho amigas.

"Prefiero hacer aquellos con lo que esté a gusto. No quiero hacer lo que vaya a gustar, sino que me guste a mí antes que al público", indicó Amaia ante los medios, convencida de que no hay que negar su paso por Operación Triunfo, sino pasar página.

La joven reconocía horas antes de su concierto junto a los catalanes The Free Fall Band que para esta ocasión propondría un repertorio "sorpresa" especialmente pensado para el festival, que no interpretó en su paso por el programa en la Academia. La cantante aseguró que no esperaba que el Primavera Sound contara con su participación, y si se lo llegan a decir hace cinco meses no lo habría creído. "Es un impacto bueno", indicó. No obstante, afirmó no sentir la presión por mucho que se la pongan porque asume de forma natural que "siempre va a haber a quien le guste y a quien no". "Hay que quedarse contento contigo mismo", dijo Amaia, que confiesa tener antes los pensamientos y luego las emociones sobre lo que hace, poniendo en cuarentena la emoción de estar en un festival como solista.

Sobre su paso por Eurovisión admitió haber tenido "una experiencia bastante dura" y de aprendizaje, por ejemplo a hablar en las entrevistas.