El presidente ejecutivo de Spotify admitió ayer que la plataforma se equivocó al aplicar la nueva política para sancionar a artistas por su contenido "dañino o de odio", que afectó recientemente al músico R. Kelly, y dijo que podían haberlo hecho mucho mejor. "No se trataba de castigar individualmente a un artista y ni siquiera de dar el nombre de un artista", dijo Daniel Ek en una entrevista. "El objetivo general era asegurarnos de no tener discursos de odio en la plataforma", indicó.

A principios de mayo, Spotify emitió una norma para eliminar contenidos ofensivos. Posteriormente anunció que ya no incluirá en sus listas de reproducción los títulos de R. Kelly, acusado por varias mujeres de abuso sexual.