El príncipe Guillermo será el primer miembro de la familia real británica que realice una visita oficial a Israel y a territorios palestinos, la próxima semana, un viaje presentado como carente de mensaje político pero que se produce en un tenso contexto.

Otros miembros de la familia real, como los duques de Gloucester o de Kent, primos de la reina, viajaron a Israel en el pasado, pero nadie del nivel del príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono británico. Ninguno de ellos realizó tampoco una visita oficial a territorios palestinos.

La duquesa Catalina de Cambridge no participará en la visita, que tendrá lugar dos meses después del alumbramiento de su tercer hijo.

La decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reconocer Jerusalén como la capital de Israel sigue generando malestar entre los palestinos y las protestas motivadas por la inauguración de la embajada de Estados Unidos en la Ciudad Santa en mayo acabaron en un baño de sangre en la Franja de Gaza, territorio palestino bajo bloqueo israelí.

El príncipe Guillermo, de 36 años, llegará el lunes al aeropuerto internacional de Tel Aviv desde Jordania. A falta de Gaza, viajará a Cisjordania y a Jerusalén Este, la parte palestina de la ciudad que Israel anexó y que los palestinos reivindican como capital del Estado al que aspiran.

En este contexto de tensión israelo-palestina, los británicos subrayan que el príncipe no es una personalidad política.