Con condición de evento histórico se vivió el viernes el mayor concierto en la capital española de la estrella del r&b y el pop Bruno Mars, quien bautizó el estadio Wanda Metropolitano como recinto musical, fallido para la acústica, pero conveniente como caldero de pasiones musicales. "¡Hola, Madrid! Teníamos que volver, es fantástico veros de nuevo", comentó ante el aforo completo, ataviado con un colgante dorado, gorra y camiseta de los Chicago Bulls, en el tramo inicial de un breve show que apenas rozó la hora y media.