Varios cientos de miles de personas, según datos de la policía, recorrieron ayer las calles de Berlín en el tradicional desfile del día del orgullo gay, que fue una mezcla de fiesta popular y de manifestación política.

Al lado de lemas creativos y juegos de palabras, como el que calificaba de lesbus a un bus de los transportes municipales que se sumó al desfile, hubo postulados claramente políticos, pidiendo más derechos para la comunidad LGBT dentro y fuera de Alemania.