Deslumbrante en medio de la densa niebla que ayer cubría la localidad pontevedresa de Baiona, la actriz gallega María Castro contrajo matrimonio con el bailarín valenciano José Manuel Villalba en el parador de este municipio. Tras una emotiva ceremonia en la capilla del recinto, la pareja recibió la tradicional lluvia de pétalos de flores con la muiñeira de Chantada de fondo.

De blanco riguroso con un elegantísimo y favorecedor vestido de corte princesa y cuello chimenea, la novia llegó a la capilla del brazo de su padre casi veinte minutos después de la una de la tarde. Su futuro marido la esperaba en la puerta junto a su madre y arrancaba así una emotiva ceremonia con grupo de cuerda y soprano incluidos, que interpretaron temas clásicos como el Ave María de Schubert y otros contemporáneos como La vie en rose de Edith Piaf.

Todo siguió el guion habitual, y la pareja se paseó por el entorno para la acostumbrada sesión fotográfica, aprovechando el incomparable paisaje. En casi todas las instantáneas posaron solos, pero también lo hicieron con familiares y algún invitado, entre los que apenas hubo caras conocidas. Tan solo la también actriz Miren Ibagurren - Escenas de matrimonio, Aída o La que se avecina, entre otros trabajos- y su pareja, el productor Alberto Caballero.

Tras la ceremonia llegó la hora del banquete y los 170 invitados recibieron a los novios entre aplausos a las puertas del salón medieval, en pleno aperitivo. Y es ahí donde comenzó "la boda temática" que la actriz anunció el viernes durante la plantación de carballos que promovió junto a un centenar de vecinos voluntarios en la Virgen de la Roca, zona afectada por los incendios del pasado mes de octubre. Los comensales -que degustaron un menú en el que no faltó el marisco ni los vinos gallegos- se distribuyeron en 17 mesas y cada una tenía un nombre, correspondiente al título de una película. El resto de las sorpresas, ya fue de puertas para dentro, sin prensa.

Los festejos de la boda de la actriz gallega - con papeles en Sin tetas no hay paraíso, Tierra de Lobos, Seis hermanas o Amar es para siempre- comenzaron el viernes con la plantación de carballos en una zona quemada en los incendios y finalizarán hoy con una visita a las islas Cíes de los invitados al enlace.