El príncipe Enrique y su esposa, Meghan, recibieron varios objetos para bebés como regalo, vieron una pareja de koalas y posaron ante la emblemática ópera de Sídney, ayer, en su primera aparición pública desde que anunciaron hace dos días que serán padres en primavera. Muy sonrientes, el príncipe Enrique y la exactriz estadounidense recibieron un par de botas Ugg diminutas de manos del gobernador general que representa en Australia a la reina Isabel II y también un canguro de peluche.

La pareja visitó el zoo para observar a los koalas y tomó un barco para atravesar la bahía de Sídney, en la primera etapa de su gira por el Pacífico. "No podíamos haber soñado con un mejor lugar para anunciar el bebé venidero", declaró el príncipe Enrique, que saludó a sus "amigos" de Sídney. Igualmente, celebró que la cerveza se sirva al mismo tiempo que el té, "al más puro estilo australiano".

Markle lucía un vestido blanco ceñido de la diseñadora australiana Karen Gee pero apenas se le notaba el embarazo. El portal web de la diseñadora fue muy visitado después de que la duquesa de Sussex posara con su creación frente a la ópera de Sídney, cuya arquitectura evoca las velas de un inmenso barco. Cientos de personas esperaban al pie del célebre edificio blanco, agitando banderas australianas y portando koalas de peluche gigantes, mientras los francotiradores y las fuerzas de seguridad vigilaban la escena atentamente para garantizar la seguridad de la pareja.