Los Reyes apadrinaron ayer los actos conmemorativos del bicentenario del Museo del Prado de Madrid, una institución que, según Felipe VI, es "un fabuloso legado para orgullo de los españoles" y "un verdadero icono de la cultura española y universal".

Felipe VI y la reina Letizia presidieron en el auditorio de la pinacoteca la ceremonia institucional con la que ha arrancado oficialmente el programa del bicentenario y, a continuación, recorrieron la muestra Museo del Prado 1819-2019. Un lugar de memoria, con la que se quiere dar lustre a la efeméride.

En su intervención, el jefe del Estado definió al Museo del Prado como "un proyecto de memoria y de futuro" que atesora "el acervo cultural de los españoles", pero también una dimensión universal. "Es, sin duda, el gran monumental símbolo de la creatividad, la excelencia y la sensibilidad artística de nuestro país a lo largo de la Historia y un patrimonio de toda la Humanidad", ha proclamado el Rey para ensalzar lo que representa el museo.

El monarca incidió en que la pinacoteca madrileña, que ayer cumplió 199 años, debe ser considerada "una historia de éxito" en la que han sumado esfuerzos la Corona, las distintas administraciones y la sociedad civil. Fruto de este "empeño colectivo", don Felipe se ha congratulado de que el museo albergue "un fabuloso legado para orgullo de los españoles" por ser "una de las imágenes más prestigiosas del país". También ha querido destacar que las galerías de la pinacoteca funden "lo mejor del hoy y del de ayer" al reunir obras que dan fe de la historia de España y de las grandes transformaciones acaecidas en los últimos dos siglos.

"El Prado es mucho más que el privilegiado espacio físico de una innumerable cantidad de obras maestras. Con el tiempo, se ha erigido también en un lugar de memoria, de nuestra memoria", resaltó el monarca.

Concluido el acto institucional, los Reyes y las autoridades han recorrido la exposición con la que se conmemora el bicentenario, que estará abierta hasta el 10 de marzo de 2019. Está integrada por 168 obras, de las que 134 son fondos propios, que reflejan el devenir histórico de España y cómo el museo ha ido desarrollando su propia personalidad.

Junto a los clásicos, la exhibición incluye piezas de artistas contemporáneos como Renoir, Manet, Picasso o Pollock, quienes encontraron inspiración en la galería madrileña. El comisario de la muestra, Javier Portús, explicó a los Reyes las ocho etapas en las que está dividido el recorrido por los 200 años de la institución que fundó Fernando VII como museo real con poco más de 300 pinturas.

Felipe y Letizia posaron ante La resurrección de Cristo, de El Greco, y al término de la visita, ante La maja desnuda, de Goya, y su réplica picassiana, Desnudo recostado.

Tras apuntar que la exposición es "acaso la más importante" de las celebradas en toda la historia de la institución, el director del museo, Miguel Falomir, animó a que el Prado siga siendo una referencia en el futuro. "Es el museo de todos, porque forma parte de nuestro imaginario colectivo y en él han convergido los esfuerzos y anhelos de lo mejor de nuestra sociedad. Que lo siga siendo por 200 años más es responsabilidad de todos", afirmó.

Por su parte, el ministro de Cultura, José Guiaro ha convenido en que la conmemoración del bicentenario, que incluye un centenar de actividades en 30 ciudades españolas, debe servir para "revisar el pasado, analizar el presente y proyectar el futuro" del Prado con medidas como su ampliación con el Salón de Reinos, en el cercano antiguo Museo del Ejército.

El ministro de Cultura se felicitó de que el museo tenga "buena salud institucional" y confió en cerrar el ejercicio con tres millones de visitantes.

Al acto de apertura de la celebración del bicentenario del Museo acudieron también exministros de Cultura de varios gobiernos.