Las estrellas de la música no dudan en recurrir a la última tecnología para garantizar su seguridad. Ayer mismo se hacía público que la cantante Taylor Swift recurrió a programas de software de reconocimiento facial para evitar que alguno de sus acosadores entrase en un concierto que celebró en Los Ángeles. Los datos que aportaba el programa sobre los asistentes se cotejaban con una base de datos sobre acosadores de la artista ya identificados. El objetivo era impedir que entrasen en el concierto para garantizar la seguridad de la cantante, según ha revelado un experto en seguridad.