La poetisa Katarina Frostenson, esposa del causante del escándalo sexual y de filtraciones que situaron en su peor crisis a la Academia Sueca que otorga cada año el Nobel de Literatura, formalizó ayer su salida de la institución. Las partes acordaron que Frostenson abandone de forma voluntaria el asiento 18 que ocupaba desde 1992 y renunciaron a llevar a los tribunales la disputa que mantienen desde hace meses sobre si la poetisa violó la confidencialidad del cargo al revelar supuestamente en varias ocasiones el nombre del ganador del Nobel antes del fallo.

Frostenson, de 65 años, recibirá una asignación mensual de 12.875 coronas suecas (1.253 euros) y una ayuda no especificada para conservar el piso alquilado en que vive, propiedad de la Academia. "La Academia Sueca ha partido con este acuerdo de la condición fundamental de que Katarina Frostenson ha trabajado 25 años para la institución y contribuido con valiosas iniciativas. Por ello debe tener garantizada una razonable retribución similar a una pensión", consta en un comunicado. Tras rechazar Frostenson en otoño la renuncia voluntaria, la Academia lanzó en diciembre un informe de una firma de abogados que concluía que la exclusión estaba justificada por haber violado los estatutos al filtrar a su esposo, el artista francés Jean-Claude Arnault, los ganadores del Nobel y diversos nombramientos. Frostenson rechazó entonces las conclusiones, pero se mostró dispuesta a llegar a un acuerdo.