Casi como un "impostor", el cantautor Joaquín Sabina se coló como poeta en la fiesta del idioma español, donde dijo no sentirse dotado para divulgar "teoría ni erudición" pero matizó que con el auge de los "pequeños nacionalismos" solo se considera de una patria, la lengua española. "Comprenderán que entre tanto poeta y erudito me sienta un poco impostor. Siempre me ha gustado sentirme impostor. Asistir a fiestas que se supone que no tendría que ser invitado", comenzó diciendo el músico en su participación en el Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), en la ciudad argentina de Córdoba.

Al aparecer en el Teatro Libertador San Martín, una legión de seguidores esperaba en la puerta entre vítores al músico, que volvió a bañarse en aplausos cuando entró al escenario junto al resto de participantes de un panel dedicado a la poesía y la diversidad cultural. Más ensordecedora si cabe se hizo la ovación cuando el músico, de 70 años, comenzó a hablar, por lo característico de su voz.

"No estoy en absoluto dotado para teoría ni erudición, aunque con el auge de los pequeños nacionalismos que por desgracia estamos sufriendo, me considero de una patria mucho más grande, que es mi lengua, la lengua española", remarcó, para calificar de "milagro" que se haya reunido tanta gente para oír poesías y palabras. Por no querer teorizar, el artífice de Y nos dieron las diez o Quién me ha robado el mes de abril, decidió leer "un trocito de prosa" en el que fue narrando la historia de su vida.