El cineasta Francois Ozon ha querido hablar "desde el punto de vista de las víctimas" de la pederastia eclesiástica en Gracias a Dios, un filme que provocó polémica desde su primera proyección en la Berlinale y que llega a España la próxima semana. Debería haber sido un documental pero, al final, tuvo caras de ficción para contar mejor una realidad aún no resuelta: el caso real de abusos a menores por parte de un cura católico de Lyon.