Tras disolverse la banda de rock Pereza en 2011, Leiva atravesó un proceso "duro" que le permitió recuperar "las ilusiones" con las que empezó en el mundo de la música y que ahora lo llevan a lanzar su cuarto álbum en solitario: Nuclear. "El tránsito fue duro y volví a recuperar las ilusiones por las que empecé en la música", cuenta en entrevista con Efe el cantante madrileño, quien recuerda que el éxito de Pereza fue tan desmedido que comenzó a "mecanizar lo que hacía", señala.

La diferencia "más grande" que notó al impulsar su carrera en solitario fue que con Pereza se acostumbró a llenar auditorios de 15.000 y 20.000 personas, mientras que a su primer concierto individual, celebrado en Burgos, asistieron 350 personas. Con Pereza, célebre banda fundada en 2001, estaba metido en "una vorágine en la que todo nos salía", mientras que posteriormente congregar a 400 personas ya suponía un "éxito".