La supermodelo israelí Bar Rafaeli, que será una de las presentadoras de la próxima edición de Eurovisión que se celebrará en Tel Aviv en mayo, deberá pagar casi cuatro millones de euros en concepto de impuestos por ocultar presuntamente parte de sus ganancias al fisco.

El Tribunal de Distrito de Lod (ciudad en el centro de Israel) anunció ayer esta decisión al rechazar el recurso civil interpuesto por la famosa modelo, quien alegaba que su lugar de residencia habitual durante 2009 y 2010, cuando las autoridades fiscales israelíes detectaron que no declaró todos sus ingresos, no era Israel sino Estados Unidos, según informa el medio digital Times of Israel.

Su equipo legal mencionó la relación de pareja que mantenía en aquella época con el actor Leonardo Di Caprio, como argumento para alegar que su cliente tenía su residencia habitual en Estados Unidos.

Sin embargo, el juez rechazó estas alegaciones e insistió en que la modelo residió durante aquel período en Tel Aviv y dictaminó que no constaba en Estados Unidos como residente en el extranjero, por lo que debe pagar la cantidad que le reclama la Autoridad de Impuestos de Israel.

Según los medios locales, el equipo legal de Rafaeli recurrirá la decisión ante el Tribunal Supremo.

La sentencia se produce en el transcurso de una investigación que involucra a Rafaeli y a sus padres en delitos fiscales en los que se investigan supuesto lavado de dinero y evasión de impuestos, tras lo que se espera una acusación de la Fiscalía israelí.

No es la primera famosa que se ve inmersa en problemas con el fisco. Hace solo unos meses, la justicia admitió a trámite una querella contra Shakira por fraude fiscal. Se le reclamaban unos 14 millones de euros y también había polémica por el supuesto lugar de residencia de la artista. La fiscalía alega que en el periodo analizado vivía en España.