Durante el último año, Woody Allen ha tratado sin éxito vender sus memorias a varias editoriales, que prefieren no trabajar con el cineasta después de que el movimiento #MeToo volviese a centrar la atención en las acusaciones de abusos sexuales en su contra, según The New York Times. Ejecutivos de diversas editoriales dijeron al diario que un representante de Allen ofreció el libro a sus empresas, y que no hicieron ninguna oferta por la publicidad negativa que habría generado su publicación.

Algunos editores se negaron a leer el manuscrito, según esas fuentes, algunas de las cuales consideran "tóxica" la posibilidad de trabajar con el director estadounidense. La falta de interés de las editoriales por sus memorias subraya la caída en desgracia de Allen, que ha visto cómo buena parte del mundo del cine se distanciaba de él tras el estallido del #MeToo .