Los duques de Sussex, el príncipe Enrique y su esposa, Meghan Markle, han sido padres este lunes de su primer hijo, un varón que se convierte en el octavo bisnieto de la reina Isabel II y séptimo en la línea de sucesión al trono del Reino Unido.

El niño, cuyo nombre aún se desconoce, vino al mundo a las 6.26 horas del 6 de mayo, no se sabe si en un hospital o en la residencia de la pareja en Windsor (oeste de Londres) „como al parecer quería la madre„, y pesó 3,3 kilos, según un comunicado del palacio de Buckingham. Como es tradición, la noticia del nacimiento se difundió también a través de una nota oficial colocada en un caballete a las puertas de la residencia oficial de la soberana en la capital británica.

A diferencia de otros alumbramientos reales, Enrique y Meghan decidieron que en su caso el parto no se anunciaría con antelación, sino que se confirmaría a posteriori, para evitar congregación de medios de comunicación.

Así, el palacio anunció primero que la duquesa se había puesto de parto y minutos después desveló que, de hecho, había dado a luz la pasada madrugada.

Isabel II, de 93 años, y su esposo, el príncipe Felipe; el príncipe Carlos y Camilla; los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, y el resto de la familia fueron informados de inmediato y están "encantados con la noticia", de acuerdo con la fuente palaciega.

La madre de la duquesa, Doria Ragland, de raza negra, que se desplazó desde Estados Unidos, está también "feliz" con la llegada del pequeño y acompaña a la exactriz de 37 años en la vivienda de los duques en Frogmore Cottage, en los terrenos del castillo de Windsor.

En declaraciones a las cámaras desde la finca real, un sonriente Enrique, de 34 años, expresó su "emoción" por el nacimiento del bebé ("una cosita que es para morirse, estoy en la luna") y adelantó que la pareja anunciará su nombre en "un par de días". "Ha sido la experiencia más increíble que podía haber imaginado", afirmó el hijo menor del príncipe Carlos y la difunta princesa Diana, que estuvo con su esposa durante el parto.

"Cómo las mujeres hacen esto está más allá de toda comprensión", dijo. "Estamos absolutamente emocionados y agradecidos por el amor y el apoyo de todos, ha sido fantástico, quería compartir esto con todo el mundo", añadió.

Enrique reveló además que el bebé llegó un poco más tarde de lo previsto, de modo que la pareja ha tenido "más tiempo" para pensar en su nombre. El recién nacido es el séptimo en la línea de sucesión al trono del Reino Unido, por detrás del príncipe Carlos; su primogénito, el príncipe Guillermo, y los tres hijos de éste „Jorge, Carlota y Luis„ y de su padre, el príncipe Enrique. Curiosamente, compartirá cumpleaños el 6 de mayo con el actor estadounidense George Clooney y el ex primer ministro laborista británico Tony Blair.

Con el nacimiento de su primer hijo en privado y lejos de las cámaras, el príncipe Enrique y Meghan Markle demostraron una vez más que, aunque representen a una monarquía histórica, están dispuestos a hacer las cosas a su manera.

A diferencia de los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, cuyos tres hijos nacieron, como el mismo Enrique, en el ala privada del hospital Saint Mary de Londres, se cree que Meghan ha tenido un parto natural en la residencia de la pareja en Frogmore Cottage, en los terrenos del castillo de Windsor (al oeste de la capital).

Enrique y Meghan decidieron además que no avisarían con antelación, lo que ha evitado el acoso de los medios, y, en lugar del tradicional posado con el recién nacido, presentarán a su bebé "en un par de días", como y donde ellos quieran „quizás en su cuenta de Instagram„. En este importante momento de su vida, junto a Meghan estuvo, además de su esposo, su madre, Doria Ragland, la primera allegada de la familia real de raza negra, cuya hija, de padre blanco, ha traído a la monarquía su primer representante mestizo.

Durante el embarazado, Meghan Markle fue cuestionada por llevar tacones altos, tocarse demasiado el vientre en actos públicos y por volar a Nueva York para asistir a una costosa baby shower o fiesta de celebración del inminente nacimiento con sus amigos famosos.

Precisamente en esa fiesta la esposa del príncipe Enrique habría manifestado su intención de criar a su primer hijo sin adjudicarle estereotipos de rol femenino o masculino.