Con un vestido blanco con lazos azules que desafiaba el viento desde su falda estructurada, Penélope Cruz fue a la reina de la alfombra roja de Cannes en la noche de Pedro Almodóvar y su Dolor y Gloria, una película que fue recibida con pasión y tibieza a partes iguales. El filme provocó fuertes risas en algunas escenas y aplausos al final, pero con opiniones divergentes.

Algunos críticos apuntan a que hay que conocer mucho el mundo de Almodóvar para disfrutar plenamente de la película y otros aseguran que esperaban más, aunque todos están de acuerdo en la gran interpretación del actor Antonio Banderas.

Dolor y Gloria es la sexta película que Almodóvar presenta en la competición de Cannes. El equipo del filme, con Banderas y Cruz a la cabeza, se trasladó hasta la localidad francesa para presentar este nuevo trabajo.