El Museo Del Prado rastrea los inicios del Renacimiento florentino con una exposición que gravita en torno a La Anunciación, una de las obras más importantes de Fra Angélico, que se muestra al gran público tras un intenso proceso de restauración.

El recogimiento y la luz oscura acompañan al visitante en el recorrido de Fra Angélico y los inicios del Renacimiento en Florencia, una muestra que se inaugura mañana y en la que el Prado trata de mostrar al monje y pintor en el contexto de su época.

El marco elegido son ochenta obras, la mitad de ellas pertenecen a Fra Angélico, y el resto a coetáneos como Brunelleschi, Donatello, Masaccio, Masolino o Filippo Lippi.

La Anunciación, uno de los títulos más importantes de la pinacoteca madrileña, es el eje de la muestra y aparece por primera vez ante el público tras un exhaustivo proceso de restauración que le presenta tal y como lo pintó Fra Angelico. Al eliminar la capa de suciedad acumulada por el tiempo, se han revelado los colores originales del cuadro, como el verde malaquita, el rojo carmensí y el azul ultramar, y también la forma original de una de alas del ángel, que se modificó cuando el cuadro se partió en dos y tuvo que ser repintado.

Fra Angelico es uno de los maestros del Renacimiento florentino, pintaba con la libertad de quien no tiene que preocuparse del dinero, ya que era monje y pintor, explicó ayer durante la presentación el comisario de la muestra, Carl Brandon Strehlke, experto en la obra del maestro. Su estilo es único y en él confluyen el gótico medieval con el nuevo lenguaje de perspectiva que surge en el Renacimiento.

Aunque la pieza estrella es La Anunciación, en el recorrido también se encuentran otros cuadros fundamentales del maestro florentino como Virgen de la Granada, adquirido por la pinacoteca en 2016, y El Funeral de San Antonio Abad. En todos ellos se puede apreciar los inicios de esa nueva "manera de ver", que marcaría al Renacimiento y que dominaría el arte occidental hasta la época moderna.

Cuadros como Historia de los padres del desierto, cuya narrativa casi parece la de una viñeta de cómic, o la maestría de Cristo Glorificado, en las que aparecen más de cien personajes, son alguno de los hitos del recorrido de la exposición, en la que también se exploran facetas menos conocidas del pintor como sus tapices.

Brandon Strehlke defendió que Fra Angélico estuvo más influenciado por sus coetáneos escultores que por pintores, una influencia que se refleja en las esculturas de Donatello y Brunelleschi, que aparecen al inicio de la exposición.