¿Rey emérito? ¿Rey honorífico? ¿Exmonarca? ¿Cómo debemos llamar al rey Juan Carlos a partir de este domingo, cuando deje de desarrollar actividades institucionales? El debate viene de largo. Para Jorge Alonso, experto en protocolo, Juan Carlos I no ha sido, tras su abdicación en 2014, "ni monarca ni emérito": primero, porque dejaba de ser Jefe de Estado, con lo cual no podía ser monarca; y segundo, porque la ley no recoge el término "emérito", sino "honorífico".

Si nos atenemos al diccionario de la Real Academia Española (RAE), "emérito" es "una persona, especialmente de un profesor, que se ha jubilado y mantiene sus honores y alguna de sus funciones". Por tanto, si había alguna duda, a partir de este domingo Juan Carlos dejará de ser "emérito", ya que no mantendrá ninguna de sus funciones. Para complicar más las cosas, Fundación del Español Urgente (Fundeu) matiza que "honorífico" es el que confiere el honor, y "honorario", el que tiene el honor, por lo que sería más correcto hablar de "rey honorario".