En las mismas costas de Normandía que hace 75 años hollaron 130.000 hombres para derrotar a la Alemania nazi, los líderes de los países aliados en el desembarco se reunieron ayer para honrar la memoria de aquel día. Playas como Omaha, Juno o Utah han pasado al imaginario colectivo como escenarios de la lucha por la libertad. Ayer, acogieron en diferentes actos a los dirigentes de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido o Francia.

A falta de referentes actuales que puedan servir de pegamento en horas bajas, las conmemoraciones se centraron en los veteranos del desembarco. En primer lugar, por una mera cuestión práctica: es posible que éste sea el último aniversario redondo para muchos, por lo que se ha querido poner el foco sobre ellos para no dejar pasar la oportunidad. Y en segundo lugar, porque los veteranos simbolizan precisamente otra era, la de una entente mundial por la libertad y la democracia, en la que es agradecido mirarse y buscar ejemplo.

Los actos se iniciaron temprano, a las 08.30 horas de un día cristalino y radiante que contrastaba con cierta pesadumbre en el ambiente. A esa hora colocaron la primera piedra del memorial que recordará en Ver sur Mer a los caídos del Reino Unido el presidente francés, Emmanuel Macron, y la primera ministra británica, Theresa May, en su última aparición internacional antes de dimitir el viernes. May remarcó el valor de los combatientes, que al saltar a las playas de Normandía apenas sabían nada de la llamada Operación Overlord. "Ningún soldado, ningún piloto, ningún marinero sabía si seguiría con vida cuando el sol se ocultara", dijo.

Colleville sur Mer alberga el cementerio estadounidense de Normandía: 9.386 tumbas con sus cruces y estrellas de David donde reposan muchos soldados desconocidos. Allí, el presidente Donald Trump rindió tributo a los excombatientes.

Las conmemoraciones se completaron con otros homenajes nacionales en varios lugares por parte de los países que también estuvieron implicados en el Día D, como Dinamarca, Holanda, Noruega y Canadá.