Hay quienes entre los Beatles y los Stones eligen a los Kinks, no solo por salir de una manera ocurrente de este debate tramposo, sino porque son incondicionales de la obra del líder de esta legendaria tercera vía del pop británico, Ray Davies, quien hoy cumple 75 años sin haber dejado de publicar discos y con una esperada reunión de su grupo en el horizonte.

El regreso de los Kinks es una posibilidad que no ha dejado de planear en cada entrevista a la que Raymond Douglas Davies se ha sometido en los últimos tiempos. El músico londinense ha alimentado la ilusión en sus más recientes declaraciones y ha revelado que mantiene una relación más o menos fluida con su hermano Dave, el otro guitarrista de la banda, condición indispensable para el regreso de un grupo que dejó de funcionar a mediados de los 90.

Además, los fans de los Kinks recibieron hace unos meses, a través de Dave, la noticia de que los hermanos Davies trabajaban en un nuevo álbum de los Kinks junto al baterista original del grupo, Mike Avory (el bajista, Peter Quaife, falleció en 2010). Sería el primero desde To the Bone (1994), un acústico en el que solo participaron Ray y Dave y que estaba formado en su mayoría por temas clásicos.

Ahora o nunca. El propio Avory ha advertido de que si la reunión de los Kinks no se produce pronto "tendrá que hacerse en el cielo". Pero que nadie piense que sir Ray Davies espera sentado la ansiada reunión de su grupo. Hace apenas un año publicó Our Country: Americana 2.