Miles de madrileños salieron ayer a la calle, armados con pistolas de agua, agua para enfrentarse en la Batalla naval de Vallecas, una divertida tradición con carácter reivindicativo que este año ha invitado a "mojarse" contra la emergencia climática. Ni un centímetro cuadrado de las calles de Vallecasquedó seco tras la edición número 38 de la Batalla naval, una fiesta que ha congregado a miles de ciudadanos.La Cofradía Marinera de Vallecas, entidad vecinal organizadora del evento, protagonizó un desfile en carroza . Esta caravana, que portaba una pancarta con el lema El cambio climático ya está aquí y una bandera arcoíris del colectivo LGBTI, finalizó su recorrido a la altura del campo de fútbol del Rayo Vallecano. Como fin de fiesta, un camión cisterna mojó a los miles de asistentes a las puertas del estadio rayista, mientras los vecinosles lanzaban cubos de agua.