Natalia Lafourcade y Gustavo Dudamel se aliaron ayer para regalar a Los Ángeles una noche puramente latina con un excepcional concierto en el Hollywood Bowl en el que la cantante mexicana estuvo escoltada por la Filarmónica de la ciudad californiana a las órdenes del maestro venezolano.

"Esto es un sueño (...). Esto es el cielo musical", dijo maravillada la cantante en su debut en este emblemático recinto al aire libre de Los Ángeles, que agotó sus 17.500 asientos para ver el fabuloso encuentro entre Lafourcade y Dudamel.

"Natalia es una artista muy versátil, tiene una voz hermosa", aseguró el maestro en mayo sobre una cantante con la que ya actuó hace dos años en el Walt Disney Concert Hall de Los Ángeles. "Cómo desarrolla su arte, cómo lo expresa, es mágico (...). Es una artista única", añadió.