Las acusaciones de acoso sexual contra el tenor madrileño Plácido Domingo siguen dando que hablar y levantando revuelo. Frente a las nueve mujeres que sostienen que el cantante abusó de su posición de poder para obtener favores sexuales de ellas, se posicionan cada vez más compañeras y discípulas del artista, que defienden su integridad. Las primeras en tomar la palabra, el pasado miércoles, fueron Paloma San Basilio y Ainhoa Arteta y ayer se sumaron a ellas las cantantes Teresa Berganza y Nancy Fabiola Herrera y la compositora Chía Patiño. La portavoz del Partido Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, también aprovechó para subirse a la ola y destaparse con unas declaraciones críticas sobre el movimiento #MeToo.

El escándalo sexual en el mundo de la ópera se hizo público a principios de esta semana y desde entonces no ha dejado de hablarse de ello. Ocho cantantes y una bailarina „todas de forma anónima excepto la cantante Patricia Wulf„ denunciaron que habían sufrido acoso sexual por parte de Plácido Domingo durante la década de los años 80, cuando coincidieron trabajando con él.

Ayer la mezzosoprano Teresa Berganza, que compartió escenario por última vez con el divo en el Teatro Real de Madrid, en 2011, salió en defensa del artista. "Nadie tiene derecho a juzgar a nadie y menos en público", opinó. "Me da mucha pena por Plácido porque lo quiero y es mi amigo", añadió la estrella.

La mezzosoprano canaria Nancy Fabiola Herrera, amiga y compañera en numerosas ocasiones del tenor Plácido Domingo, también se posicionó ayer al lado del tenor: "Veo cosas que no me cuadran. Huele a venganza asolapada". Herrera dijo "extrañarse" del anonimato de ocho de las denunciantes y planteó: "¿Por qué esperar treinta años a denunciar cuando las leyes americanas hace mucho que protegen ante el abuso de poder? ¿Por qué hacerlo con un medio de prensa y no directamente en juzgados? ¿Por qué ponen el miedo 'al veto a la carrera' como justificación al consentimiento a tener relaciones, que „por lo que leí„, nunca fueron a la fuerza?".

Chía Patiño, compositora de formación y una de las primeras pupilas en la Ópera de Washington del tenor español, defendió sin ambages a su mentor e indicó, que tres décadas atrás, en la época a la que se refieren las acusaciones, el artista "no era un dios, sino un gran tenor". Patiño, directora artística y ejecutiva de la Fundación Teatro Nacional Sucre de Lima, en Ecuador, añadió: "Jamás he oído un solo comentario de acoso contra él en veinte años de carrera".

También durante el día de ayer Patricia Wulf, la única mujer que ha revelado su identidad al denunciar el presunto acoso al que fue sometida por el tenor español, cerró su pérfil en la red social Linkedin, en el que, entre sus méritos profesionales, mencionaba haber cantado junto a Plácido Domingo.

La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, se manifestó ayer sobre movimientos como el #MeToo, que empezó en el cine con el affaire Harvey Weinstein y que ahora ha irrumpido en el mundo de la lírica. La parlamentaria considera que ese tipo de campañas se ha "radicalizado" y son "vengativos, mojigatos y tratan a las mujeres como menores de edad".

"Somos responsables, libres y tomamos nuestras propias decisiones. Ése es el enfoque que hay que dar a las mujeres y a las niñas para que crezcan fuertes y capaces de afrontar los desafíos de la sociedad contemporánea", subrayó ayer Cayetana Álvarez de Toledo.

Desde que se hicieron públicas las denuncias por acoso, varios teatros internacionales han suspendido las actuaciones previstas del tenor madrileño y en otras se abrirá una investigación.