La ministra de Sanidad y la reina, dos asturianas, sumaron fuerzas ayer, en el Día Mundial de la Salud Mental, para concienciar a la población sobre el estigma que pesa sobre los enfermos. La ministra en funciones, María Luisa Carcedo, animó a "romper el tabú" social relación con el suicidio e instó a las administraciones públicas a adoptar medidas para combatir ese problema sanitario.

Carcedo asistió al acto por el Día Mundial de la Salud Mental que la reina Letizia presidió en el teatro La Latina de Madrid junto al presidente de la Confederación Salud Mental, Nel González Zapico. Este año la jornada ha estado dedicada a la prevención del suicidio, con el lema "Conecta con la vida".

Carcedo admitió que el suicidio es "un problema grave de salud pública" y que como sociedad, es preciso "dar la voz a la realidad silenciada" que viven muchas personas. "Hay que visibilizar la realidad del suicido", subayó la ministra.

La Reina, que no tomó la palabra, siguió el acto desde una de las butacas de la primera fila. Para la ocasión, Letizia recuperó un diseño de Asos que estrenó durante la visita oficial del presidente chino Xin Jinping a España.

Según datos oficiales, diez personas se quitan la vida en España cada día, lo que supone alrededor de 3.600 fallecidos al año, más que los causados por los accidentes de tráfico.

El suicidio es la primera causa de muerte no natural en España desde hace 12 años y la segunda entre personas de entre 15 y 29 años.