Cientos de admiradores, amigos y vecinos de Camilo Sesto acudieron ayer a la capilla ardiente abierta en el ayuntamiento de su ciudad natal, Alcoy (Alicante), para dar su último y sentido adiós al artista. Las cenizas del artista fueron colocadas en una pequeña urna blanca sobre una mesa en el centro del salón de plenos junto a un busto del cantante y flores. Posteriormente serán trasladadas a un mausoleo en el cementerio de su ciudad natal donde estará acompañado de sus padres, según anunció ayer su hijo, Camilo Blanes júnior, en la capilla ardiente. "Me he sentido muy arropado", señalaba ayer el joven.

El hijo de Camilo Sesto aseguró que "se hará un mausoleo de lo mejor que se puede hacer para él" antes de confesar que su padre "estaría impresionado con todo el cariño recibido a lo largo de los años de la gente alcoyana, de España y el mundo entero".

Sobre el legado que ha dejado el artista manifestó que es "impresionante" tanto a nivel "musical, artístico, personal y, en mi caso, paternal", y al ser preguntado por los homenajes que Alcoy le rindió en 2016, al proclamarle hijo predilecto de la ciudad y medalla de oro, además de poner su nombre en una de las avenidas más importantes, Camilo Blanes Junior remarcó que "no se puede pedir más y eso se lo dieron en vida". Mientras hacía estas declaraciones, la fila de personas que querían despedirse de Camilo Sesto no paró de aumentar, y el hijo se mostró convencido de que los admiradores "seguirán viniendo a Alcoy a lo largo de los años y de las décadas".