A Víctor Manuel los himnos y las banderas le huelen a "alcanfor", un olor que no forma parte de esa memoria gustativa que nos desvela en El gusto el mío, un recorrido que nos lleva desde la cocina de su abuela en Mieres hasta la suya, ésa donde da de comer a amigos como Sabina, un comensal "melindroso". "Los himnos y las banderas huelen a alcanfor, un olor a otro tiempo", cuenta el cantante con motivo de la presentación de este libro (editorial Aguilar), convertido en una suerte de banda sonora gastronómica que huele al gochu que cocinaba su abuela María o a las verdinas con callos de bacalao, fideuá, lentejas con foie o tortilla de patatas "con cebolla" que él hace. Una obra en la que no se puede encontrar todo „algo sí„ del contenido de ese recetario donde apunta cómo se hacen esos platos que "copia" a los cocineros que admira.