Apenas unas horas después de comunicar que habían decidido separarse como grupo, Extremoduro anunció ayer la que será su gira de despedida que arrancará a finales de la primavera de 2020 y que recalará en Galicia. La banda liderada por Robe Iniesta se despedirá de los escenarios gallegos en Santiago, con un concierto el 13 de junio en el Monte do Gozo. La gira arrancará en mayo en Valencia y finalizará, en julio, en Bilbao.

"Para trabajar de la manera en que nosotros hemos trabajado tanto tiempo, es imprescindible tener una compenetración muy especial. Ahora, esa compenetración tan difícil de conseguir y mantener, aunque existe, no es la misma", alegaron en el comunicado en el que esta misma semana, tras más de 30 años de carrera, anunciaron su disolución. Ese escrito, señalaron ayer, tenía una segunda parte: "No queremos irnos sin tocar una vez más las canciones que han contribuido a que seamos lo que somos. (...) Van a ser los conciertos más emocionantes de nuestra vida, pero no tristes, porque pensamos disfrutarlos y exprimirlos para que no se nos escape ningún momento", leyó Iñaki Antón, sentado al lado Robe Iniesta.

"Esta no es una despedida como la de los toreros. Podríamos habernos despedido en 2014 (cuando acabamos la anterior gira). Nosotros intentamos ser siempre lo más sinceros y decir lo que pensamos en cada momento. Podríamos volver, pero no es la idea. Dejarlo es lo que sentimos ahora", aseguró el compositor y vocalista del grupo ante las posibles suspicacias por esta marcha.

De hecho, explicaron, la decisión no se tomó hasta que se encontraron en el local de ensayo y se pusieron a trabajar. "Fue cuando nos dimos cuenta que las cosas no eran como antes", insistió Iniesta, antes de precisar que su proyecto en solitario no ha tenido nada que ver en esta ruptura. "Extremoduro siempre ha dependido de sí mismo, no de los otros proyectos", dijo este respecto.

Serán conciertos sin sorpresas en cuanto al repertorio, en sus "tres cuartas partes" con "las canciones más importantes de Extremoduro" y "conjugando lo que quiere oír la gente y lo que nosotros queremos tocar, para no vivir anclados en el pasado, con un recorrido por toda la discografía, toda", señaló Iniesta, sin descartar que se haga "una encuesta" entre sus seguidores para ver qué temas les gustaría escuchar.

Las entradas, ya a la venta, son para un espectáculo "que será muy largo" y que solo contará con las fechas anunciadas, sin posibilidad de extenderse a Latinoamérica ni a otras ciudades españolas.

Preguntado por la filtración del alcalde de Cáceres, quien hace unas semanas reveló la celebración del concierto en su localidad, el autor de So payaso se ha mostrado visiblemente molesto. "Son políticos, a los políticos los elegimos nosotros y supongo que tenemos los que nos merecemos. Quiero pensar que lo hacen por ignorancia y no por maldad, porque se están mirando su propio ombligo", denunció.

Extremoduro se marcha dejando atrás once álbumes de estudio, canciones para el recuerdo ( "Somos padres y no podemos elegir una", afirmó Antón) y ventas millonarias a pesar de no haber discurrido en paralelo a la gran industria discográfica, especialmente al principio, con cimas para la crítica como Agíla (1996) o La ley innata (2008).

"Para mí ese fue un disco que nos costó mucho trabajo, además vino después de mucho tiempo sin hacer nada y yo sí que le tengo especial cariño", reconocía ayer durante su intervención Robe Iniesta respecto a aquel trabajo.

En el tintero se han quedado temas que no han llegado a ver "redondos" para su lanzamiento, pero que, según Antón, "terminarán viendo la luz en algún momento, aunque no como canciones de Extremoduro". Sus fans podrán despedirse de su música en directo el próximo año.