El príncipe Enrique y su esposa, Meghan Markle, no usarán más sus títulos monárquicos ni recibirán fondos públicos a cambio de poder llevar una vida independiente, según anunció ayer el Palacio de Buckingham. El anuncio de un acuerdo dentro de la familia real del Reino Unido llega después de que la semana pasada los duques de Sussex comunicaran su deseo de dejar la primera línea de la monarquía para pasar a ser económicamente autónomos y vivir parte del año en Norteamérica. En un inusual comunicado personal, la reina Isabel II, abuela de Enrique y jefa del Estado, afirma que, tras intensas conversaciones, se ha llegado a una solución "constructiva" que apoya los deseos de su nieto y la familia de éste. "Enrique, Meghan y (su hijo) Archie siempre serán miembros muy queridos de mi familia", declara la soberana, que respalda "su deseo de una vida más independiente".

El acuerdo suscrito, que se aplicará a partir de la próxima primavera, significa que Enrique y Meghan Markle "se apartarán de los compromisos reales, lo que incluye actos militares", por lo que "dejarán de recibir fondos públicos para compromisos reales".