Cientos de bandas callejeras se echaron a las calles de todo Brasil este pasado fin de semana para anticipar el Carnaval, la fiesta más multitudinaria del país, que cada año tiene su epicentro en la ciudad de Río de Janeiro. Estas bandas, conocidas como blocos, llegan a ser seguidas por decenas de miles de personas y son para muchos la más auténtica expresión del Carnaval más popular y la antítesis del desfile de las escuelas de samba en el Sambódromo, cuyos precios este año no bajan del equivalente a unos 90 dólares, impagables para muchos ciudadanos de a pie.