Aunque ha rodado cintas míticas, como Pulp Fiction por la que fue nominada al Óscar, Uma Thurman cumple 50 años sin los grandes proyectos a los que apuntaban sus inicios en títulos como Las amistades peligrosas y con la esperanza puesta en una tercera entrega de Kill Bill que no termina de concretarse.

Nacida el 29 de abril de 1970 en Boston (EEUU), Uma Thurman vivió desde niña marcada, primero, por el hecho de que su padre, el escritor y académico estadounidense Robert Thurman, fuese el primer profesor universitario en ocupar una cátedra de estudios budistas tibetanos y, después, por su elevada estatura y el tamaño de sus pies, causas de tempranos traumas.

Treinta y tres años después de su debut cinematográfico, pocos recuerdan sus discretos papeles en Johnny Be Good y en Kiss Daddy Goodnight o el fracaso comercial en su tercera cinta, Las aventuras del barón Munchaussen (1988) bajo la dirección de Terry Gilliam, hoy convertida en una película de culto.

Pero a pesar de haber trabajado con directores de primer nivel como Stephen Frears ( Las amistades peligrosas, 1988), Woody Allen ( Acordes y desacuerdos,1999), Bille August ( Los miserables, 1998), Joel Schumacher ( Batman y Robin, 1997) o John Woo ( Paycheck, 2003), Thurman es parte de la historia del cine como la musa de Quentin Tarantino. Tras su actuación en Pulp Fiction (1994), calificada por la crítica de "maravillosa" y con la que logró su única candidatura al Óscar a la mejor actriz de reparto en 1995, el tándem repetía trabajo en Kill Bill. Volumen 1(2003) y Kill Bill. Volumen 2 (2004). En ambas, la actriz fue nominada al Globo de Oro.