El bailarín gallego Rubén Cabaleiro Campo, solista del Ballett am Rhein (Ballet del Rin) -compañía de ballet de las ciudades alemanas de Düsseldorf y Duisburg- tenía claro que el confinamiento no iba a impedir que dejara de hacer lo que más le gusta: bailar. Desde el momento en que colgó las mallas por la pandemia del coronarivus se propuso no abandonarse a la desidia, sino todo lo contrario, continuar entrenando para mantenerse en forma dentro de las limitaciones que supone estar en confinamiento.

Apenas unos días después, creaba DanceLive Europe junto con otro bailarín español, el zaragozano Jorge García Pérez, con quien coincidió hace 14 años en el Ballet de Zúrich y que actualmente es bailarín solista en el Ballet del Teatro de Basel, Suiza. "A raíz de la cuarentena, comenzamos a hablar con más frecuencia y empezamos a pensar qué podíamos hacer en ese momento en que todas las compañías del mundo estaban paradas y los bailarines no tenían cómo entrenar que pudiera ayudarlos a recibir clases gratis con los mejores profesores y bailarines del mundo", explica Rubén Cabaleiro desde Düsseldorf.

Tras los primeros días de clases, la plataforma no tardó en comenzar a recibir ofrecimientos de otros bailarines de los cinco continentes, interesados no solo en recibir, sino también en impartir clases a sus compañeros. En las seis semanas que lleva en marcha, ha contado con la colaboración de más de medio centenar de profesores, bailarines y primeros bailarines de compañías tan importantes como el New York City Ballet y el Royal Ballet de Londres.

Accesible a través de Zoom, DanceLive Europe no solo ofrece clases online gratuitas -dos diarias- dirigidas a bailarines profesionales, sino a todo aquel que esté interesado en ejercitarse a través de la danza y del baile. Impartidas en inglés y con una duración de 75 y 90 minutos, estas clases reúnen cada día a cerca de cien alumnos, profesionales y aficionados, de todo el mundo: Japón, China, Australia, Rusia, Israel, Canadá, Estados Unidos, Brasil? y, por supuesto, Galicia. En todo este tiempo, más de 4.000 alumnos han pasado por estas aulas virtuales, según su cofundador.

"Principalmente ofrecemos clases de ballet y danza contemporánea, pero también incorporamos talleres coreográficos y otras disciplinas como el yoga, el gyrokinesis y el estilo Bollywood, más dirigidas al público no profesional", explica este bailarín que se formó en Galicia y que comenzó su carrera profesional en la compañía de Víctor Ullate.

El artista afirma que mantener activa esta plataforma implica un importante esfuerzo de organización, que aumenta a medida que lo hace su demanda. "Seguimos recibimos muchas peticiones de profesores y bailarines interesados en impartir clases en la plataforma y de personas de todas partes del mundo que nos preguntan por la posibilidad de poder adaptar los horarios para poder conectarse y seguirlas en directo", explica.

Sin embargo, este trabajo, que ahora Cabaleiro tiene que compaginar con la vuelta de los entrenamientos con la compañía, merece la pena, dada la acogida que está teniendo DanceLive Europe. "Recibimos muchos mensajes de bailarines diciéndonos que les ha ayudado mucho con sus entrenamientos durante la cuarentena, lo que para nosotros es una satisfacción porque esta era la razón por la que creamos la plataforma", comenta.

En Alemania, los bailarines comienzan ahora a poder asistir a clases tres días a la semana, aunque con medidas muy restrictivas para evitar nuevos contagios por el Covid-19, indica.