El cantautor cubano Silvio Rodríguez lanzó ayer viernes su primer álbum reproducible únicamente en plataforma digital, Para la espera, en el sello gallego Altafonte. El disco incluye algunas de las canciones que ha compuesto en los últimos años y, en todos los casos, son primeras versiones, realizadas poco tiempo después de haberlas compuesto, según ha declarado el propio Silvio. Este trabajo está dedicado, además de a Luis Eduardo Aute, "a la memoria de varios amigos, excelentes creadores que el mundo ha perdido en los últimos meses". Se refiere el cubano, además de a Aute, a Tupac Pinilla Núñez (psicólogo, cineasta y editor), Juan Padrón Blanco (historietista y cineasta), César López (poeta, escritor, ensayista), Luis Sepúlveda, (escritor, periodista y cineasta), Óscar Chávez (cantante, actor, compositor) y a "la voz" de Les Luthiers, Marcos Mundstock.

En una entrevista realizada por la periodista cubana Mónica Rivero, autora del libro Por todo espacio, por este tiempo. Con Silvio Rodríguez en barrios de La Habana (Editorial José Martí-Ediciones Ojalá), Rodríguez desvela que Noche sin fin y mar, la canción dedicada a Aute, cantautor español fallecido en abril, tiene una historia propia. "Yo estaba tocando su guitarra -cuenta Silvio- porque Miguel, su hijo, la llevaba al hospital para tocarle mientras estuvo en coma. Cuando llegué con el Dr. Calixto Machado, neurólogo cubano que fue decisivo en su recuperación, me puse a cantarle Noche sin fin y mar, y en ese momento despertó".

El hecho de que esta sea la primera vez que Silvio Rodríguez lance un disco solamente en plataformas digitales se debe, entre otras razones, a que "la gente aquí en Cuba lo tenga, que lo copien, que lo graben. Quiero regalarles este disco a los cubanos". Silvio ha detenido la producción de dos discos por las medidas impuestas para prevenir la propagación del Covid-19, pero espera retomar el trabajo cuando pase el aislamiento en vigor. En la entrevista concedida a Mónica Rivero, reflexiona sobre estos difíciles y duros tiempos de pandemia: "Hay muchos pensadores de distinto calibre y tendencias reflexionando sobre lo que estamos viviendo. Yo personalmente no creo que el mundo vaya a cambiar mucho. Vamos a tratar de volver a ser nosotros, para bien y para mal. Ya estamos mal acostumbrados y mal hechos, y hay muchos intereses con poder. Sí creo que es posible que todo esto nos ayude a reflexionar sobre la libertad y la transparencia".

Mónica Rivero también aprovecha la ocasión para descubrir una confesión que Silvio ha mantenido en secreto a lo largo de todos sus años de carrera musical: "Nunca me gustó el público, los escenarios. Yo salí porque entendí que debía y porque quise hacerlo, y sí, puede que haya cogido algún vicio de eso. Uno era más joven y necesitaba probar cosas, probarse cosas, y eso está bien si uno tiene algo interesante que decir; pero tampoco es lo más grande: hay cosas mucho más grandes".

Por último, el trovador muestra su preocupación por el futuro, pero "No solo el futuro de los cubanos, sino el del mundo. En los 60 y los 70 parecía que lo que vendría iba a ser distinto. Había un Tercer Mundo buscando, y parecía que llegaríamos a un lugar donde habría menos prejuicios, menos guerra, que se iban a aprovechar los recursos en cosas más nobles. ¿Por cuántas guerras hemos pasado en los últimos cincuenta años? ¿Cuánto ha sido el gasto en armas y aparatos para destruir a la gente? ¡Y no hay para dónde irse! Me costaría trabajo cantarla ahora. Ahora hay que cantar otra cosa".