Pese a que Paz Pastor, exmujer de Manolo Segura, aseguró el jueves en la capilla ardiente del publicista que Borja Thyssen no había encontrado vuelo para poder viajar a Madrid y acudir a dar el último adiós a su padre biológico, había esperanzas de que pudiera llegar ayer para la incineración.

Sin embargo, no ha sido así, y Borja y Carmen Cervera se han convertido en los involuntarios protagonistas en la íntima despedida de Manolo Segura. Y es que su ausencia ha sido de lo más comentada, puesto que madre e hijo mantenían una relación muy cercana con él.

Según fuentes cercanas a la baronesa Thyssen, esta tiene pánico al coronavirus y teme acudir a lugares donde haya mucha gente por miedo a un contagio que en su caso, al tratarse de paciente de riesgo por su edad, podría resultar fatal. Motivo suficiente para, pese a su dolor por la muerte del padre de su hijo, quedarse en Andorra y no poder despedirse de Manolo.

Ayer tan sólo Paz Pastor y algún amigo cercano de Segura acudieron al tanatorio de Tres Cantos para asistir a la íntima incineración del padre de Borja Thyssen. Tras un breve sepelio, su exmujer, visiblemente emocionada, aseguró que "se ha ido tranquilo".