El bailarín y coreógrafo Nacho Duato ha sido galardonado con el Premio Max de Honor que concede la Fundación SGAE y que el artista, que dirigió la Compañía Nacional de Danza (CND) durante dos décadas, recibe con "humildad y alegría" porque es un reconocimiento a una carrera que comenzó hace 40 años y que le ha llevado por los principales teatros del mundo. El jurado resalta su trayectoria como intérprete y coreógrafo, "una carrera incansable, comprometida con la danza española y con su visibilización por todo el mundo". Duato recibirá el galardón el 7 de septiembre en el Teatro Cervantes de Málaga durante la ceremonia de entrega de los Premios Max de las Artes Escénicas.

Tras conocerse el fallo del jurado, Duato habla en una entrevista sobre política, su legado en la Compañía Nacional, su marcha de España, el trato que recibe la danza en España o sus esperanzas tras el coronavirus, entre otros temas. "Si no estuviese Podemos, el salario mínimo vital no lo habríamos visto ni de lejos", afirma Duato, quien pese a no ser votante del partido que lidera Pablo Iglesias, cree que cambios como esta ayuda se han llevado a cabo cuando "ha llegado alguien y se ha puesto con el puño en la mesa", una determinación que cree que podría ayudar al mundo de la danza a tener una mayor representación y protagonismo y, entre otros asuntos, dotar de un teatro a las principales compañías.

"España es el único país de Europa que no cuenta con compañías con teatro propio, ni de ópera, ni de teatro ni de ballet. Es un desastre. Pero por un oído les entra y por otro les sale, ni sienten vergüenza", lamenta el coreógrafo, que empezó a dirigir la CND en junio de 1990 y que abandonó en julio de 2010 por discordancias con la entonces ministra de Cultura Ángeles González-Sinde.

A su juicio, la solución para la falta de protagonismo de la danza parte, entre otros aspectos, por contar con un "buen presupuesto", tal y como observó durante su época al frente del Ballet Estatal de Berlín, en un país que cuenta con casi 80 compañías subvencionadas.

"En España si quieres subvención es irrisoria, es imposible subsistir", dice Duato, quien aunque nunca sería ministro, porque no quiere perder la "honestidad", cree que alguien debería preguntarse por qué en el Teatro Real no hay una compañía que suba a escena 40 espectáculos al año, en lugar de los tres que están programados.

Para Duato, durante sus años en la CND, la compañía llegó a lo más alto, desde Brooklyn Academy hasta a la ópera de Sidney, o las ópera de Oslo, Pekín o Seul. "Hice más de 60 coreografías y traje otras tantas, más de 113 ballets. Ese es el legado, pero lo cortaron de raíz y ya no se volverá a repetir. No lo quisieron preservar, no lo quisieron guardar, y creo que es porque si en lugar de coreografías fuesen cuadros no habría pasado lo mismo. A nadie se le ocurre coger 160 cuadros y meterlos en un sótano o quemarlos, pero en algo como la danza es más fácil darle carpetazo y olvidarse", critica.

Tras marcharse de España para dirigir el Teatro Mijáilovski de San Petersburgo, en 2011 recibió una invitación para acudir a la inauguración de la exposición El Prado en el Hermitage, a la que acudieron los entonces Reyes Juan Carlos y Sofía. Tal y como recodó, la Reina le comentó que era una "pena" cómo se le había tratado en España.

Para Duato, el coronavirus ha tenido como consecuencia la cancelación de cinco estrenos. "Hace cinco meses que no hay teatros y que no hay derechos de autor, pero no pasa nada, ya se normalizará todo cuando venga la vacuna", indicó Duato, quien confía en que la sociedad salga "más reforzada".