El Rey apeló ayer a la esperanza en la recuperación económica y social del país tras constatar en Benidorm los efectos que la pandemia de coronavirus está provocando en un sector vital para España como es el turístico.

Felipe VI visitó junto a la Reina la Comunidad Valenciana dentro de la gira autonómica que están realizando una vez superado el estado de alarma para dar su apoyo a instituciones y colectivos de todo tipo tras sus esfuerzos para hacer frente a la Covid-19. Su primera parada fue Benidorm, donde se reunió con los máximos representantes de los empresarios y los sindicatos de la comunidad para conocer su situación. Una situación que resumió el presidente de los hoteleros de la región y de Benidorm, Toni Mayor, al exponer a la pareja real que "el verano se da por perdido".

Los Reyes pudieron comprobar poco después cómo la playa de Levante de esta localidad alicantina es un claro ejemplo de la crisis turística, ya que la afluencia de bañistas dista mucho de la masificación habitual en estas fechas. La arena está compartimentada en zonas de cuatro por cuatro metros cuadrados delimitadas con cintas y en las que pueden estar como máximo cuatro personas adultas o cuatro adultos y un niño, y muchas de ellas estaban sin ocupar durante el paseo de don Felipe y doña Letizia.