María Teresa Campos está de enhorabuena. Y es que por fin, después de cinco años, la veterana comunicadora ha conseguido vender la mansión madrileña en la que vive y que tantos quebraderos de cabeza le ha dado. Según anuncia la revista 'Lecturas', la presentadora ha cerrado la operación en 3.2 millones de euros a un particular extranjero.

Su impresionante residencia de Molino de la Hoz, a las afueras de Madrid, donde vivió su historia de amor con Edmundo Arrocet, se convirtió en una carga demasiado grande y costosa para Teresa, que pese a sus reticencias iniciales decidió ponerla a la venta en el año 2015. Durante todo este tiempo, diferentes personas se han interesado por la propiedad, pero su elevado coste y su carísimo mantenimiento, siempre daban al traste con la operación... hasta ahora. La malagueña puede respirar tranquila, porque por fin se ha deshecho de su mansión.

Pese a que la Campos pedía inicialmente más de cuatro millones por la propiedad - a la que no le falta detalle - ha tenido que rebajar sus pretensiones en un millón de euros, y el precio final de venta de la mansión es de 3.2 millones. Segun 'El Español', Teresa ha llevado este tema con absoluta discreción porque no quería que se le fastidiara esta ansiada venta. Aunque ha pedido a su entorno que guardase silencio, finalmente ha trascendido esta gran noticia que la malagueña llevaba esperando tantos años.

En las próximas semanas la comunicadora dejará por fin esta casa que tantos amargos recuerdos de Bigote Arrocet le trae y se mudará a una residencia más pequeña, y desde luego más económica, en Aravaca, muy cerca de su hija Terelu y su nieta Alejandra Rubio.

Esta gran noticia, que soluciona los problemas económicos de Teresa de un plumazo, se une al insospechado éxito que la veterana presentadora ha alcanzado con su programa de Youtube, donde está mostrando una cara divertida y moderna con su amiga Meli Camacho, que hasta ahora había sido eclipsada por su faceta de comunicadora "seria".

Ahora, sólo le queda encontrar de nuevo el amor. Fue el pasado mes de noviembre cuando Edmundo terminó sin dar explicaciones su larga relación con Teresa, dejándola destrozada. Ocho meses después, el cómico chileno se ha convertido en un amargo recuerdo y la veterana comunicadora ha recuperado la sonrisa.

Quien sabe si este verano, donde descansará nuevamente en las playas de su Málaga natal, Teresa verá completa su felicidad con un nuevo amor, después de haber vendido, por fin, la mansión en la que vivió los días más felices con Bigote Arrocet.