Si hay algo por lo que destacaba Rocío Jurado, además de por su voz y por su imponente presencia en los escenarios, era por los vestuarios tan espectaculares que lucía en cada una de sus galas. Para vestir a una grande como ella, hay que conocer muy bien a la artista y por eso ella confió en muchas ocasiones en Antonio Ardón, fallecido ayer tras una larga enfermedad.