Descubierta mientras tomaba una hamburguesa en São Paulo, Gisele Bündchen fue durante 15 años la modelo mejor pagada. Hoy, ya retirada de las pasarelas, ejerce de empresaria, ambientalista y madre. Solo en Instagram tiene 16 millones de seguidores, una herramienta que utiliza para divulgar la importancia de la preservación de la Tierra y para mostrar su faceta familiar y su estilo de vida, en el que prima la meditación, el yoga, la comida saludable y el deporte. Así de natural es Bündchen a los 40 años, que cumplió ayer.

"Si tuviera que empezar mi carrera de modelo hoy, no lo haría", dijo a Vogue hace cuatro años la brasileña, que aseguró que se considera "un pequeño cangrejo" porque tras una vida cosmopolita ahora le gusta quedarse en casa. Creció en Horizontina, en Río Grande do Sul. Atraída por un viaje a São Paulo al final de curso, se inscribió en un concurso de modelos. Era una cría de 13 años, y allí, en la gran ciudad, mientras comía una hamburguesa, un agente de modelos la descubrió. En 1996 se mudó a Nueva York y desfiló por primera vez para Carolina Herrera y Oscar de la Renta. Ahí comenzó el éxito de esta modelo que ha sido musa de casi todos los diseñadores en activo. Vivió momentos difíciles, como su primera sesión desnuda o la decisión de posar para Victoria's Secret. A los 19 años firmó un contrato de 20 millones de dólares con la marca de lencería.