Humberto Janeiro, padre del torero Jesulín de Ubrique, falleció ayer 9 de julio tras llevar casi todo el mes ingresado en un hospital de Jerez de la Frontera. Una triste noticia para el mundo del toreo porque se trata del patriarca de una familia que se ha ido debilitando con el paso del tiempo y que ha sido protagonista de millones de informaciones de la prensa del corazón.

Tras el divorcio con Carmen Bazán y algunos encontronazos con sus hijos, se quedó apartado de la familia hasta que descubrió de nuevo el amor con Camila Naranjo. Esta ha sido la persona que se ha preocupado de él los últimos años de su vida y quien le ha dado todo su cariño en los momentos más difíciles, aunque sus hijos tampoco se separaron de él en los últimos momentos.

En estos últimos días su estado de salud había empeorado considerablemente y después de recibir la visita de sus cuatro hijos, Humberto, Carmen, Jesús y Víctor, parece que Humberto Janeiro no ha conseguido superar los problemas que le originaron las úlceras que tenía en la pierna debido a su diabetes.

Como padre de familia siempre quiso lo mejor para sus hijos, pero los enfrentamientos con ellos por la mala gestión económica del patrimonio de la familia y los desencuentros con la matriarca, Carmen Bazán, después de su divorcio en 2003, hicieron que no tuviera una buena relación con ellos en sus últimos años de vida.

Empresario del sector taurino, Humberto Janeiro se encargó de impulsar la carrera de su hijo Jesús, conocido como Jesulín de Ubrique. Lo convirtió en un ídolo de masas, con imágenes que pasarán a la posteridad como aquellas corridas de toros en las que solo se daba acceso a la plaza a mujeres. Poco a poco la fama del torero se disparó y la familia entera empezó a protagonizar páginas enteras en la prensa del corazón. Sobre todo a raíz de que Belén Esteban estrase y saliese de sus vidas. Él mismo se convirtió en un personaje habitual de los platós, aunque había vivido los últimos diez años con tranquilidad al lado de su nueva pareja Camila Naranjo.