Lorenzo Silva (Madrid, 1966), premio Nadal y Planeta, no solo ha escrito en El mal de Corcira, una excelente duodécima entrega de su serie de los guardias civiles Bevilacqua y Chamorro, sino una valiosa aproximación a la patología etarra entre Formentera y San Sebastián.

Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Comprenderlo todo es perdonarlo todo?"

No. Comprenderlo todo es no condenarlo todo a tontas y a locas. El perdón es un poco más complicado, exige asumir en profundidad lo que han hecho unos y otros.

¿El mal de Corcira

De comprender medio siglo de asesinatos del proyecto de ETA que no conducía a ninguna parte, de los errores gruesos al perseguirla con un ministro condenado, y del éxito del Estado en una disolución sin contrapartidas.

Usted es un novelista que trabaja para el lector.

Realmente trabajo para la historia, la cual tiene un sentido que solo se lo da el lector, cuando se la apropia y la incorpora a su patrimonio. Sin eso, soy un flatus vocis.

Al actor que interpreta a un personaje gay, se le pregunta por la experiencia.

Para quien no lo es, porque yo no lo soy. Es el oficio del novelista, te interesa lo que no eres, cómo lo harías, te ensancha la mente. Mi personaje es un homosexual promiscuo, despojado de apriorismos, pero tampoco soy de recrearme en las escenas sexuales, es una competencia perdida con la pornografía.

Rehabilita usted a los Pet Shop Boys

Son artesanos/artistas muy respetables, y sus trabajos han envejecido bien. Una canción como Rent alberga matices sutiles en la relación entre un gay joven y otro mayor con dinero.

"Los Borbones se exilian mucho", me dijo.

Qué le vamos a hacer, no es un juicio de valor sino una evidencia. Los Borbones no llevan la cabeza sobre los hombros mucho tiempo, es el reto del actual. Incluso el recordadísimo Carlos III se pasaba el tiempo cazando, debe ser algo de la estirpe.

¿La Guardia Civil también servirá a una República?

Ya lo ha hecho dos veces. La Primera República fue derribada por un grupo de guardias civiles, pero cabe recordar que uno de sus presidentes había dicho que "Estoy hasta los cojones de todos nosotros". La Guardia Civil también defendió a la Segunda República en muchos sitios, así que no será la primera vez.

La Guardia Civil es el punto en que usted deja de ser racional.

Al contrario, a veces me doy un poco de asco porque debería sentir un mayor compromiso emocional con la institución, o con una docena de guardias civiles que han sido muy generosos conmigo. Sin embargo, se me olvida todo al escribir y los he pintado delincuentes o terroristas. No escondo nada.

He leído doce veces a Bevilacqua a pesar de que es guardia civil.

Me lo dicen muchas veces. Es ficción, hasta en los reportajes periodísticos o las actas notariales hay invención, pero a quienes se sorprenden con Bevilacqua les digo que son cosas que les he escuchado a guardas civiles, que llegan incluso más allá aunque no me atreva a reproducirlo.

Será la proximidad al asesinato...

Una persona no viene definida por el fichero en que se coloca, está condicionada por el ser humano que se va construyendo. Conozco a esa gente, llevan treinta años conviviendo con el dolor extremo, su mirada sobre el mundo está lejos de la perspectiva de la Guardia Civil. No les espanta nada.

¿El subteniente Bevilacqua es un conformista?

Es un tipo que se ha construido su lugar. Podría haber sido teniente, capitán o comandante, despachando papeles con una mejora económica irrisoria, pero prefiere su trabajo.

¿Se casarán un día Bevilacqua y Chamorro, por lo sexual o por lo civil?

No lo sé, y además no tengo gran inquietud, curiosidad ni predilección al respecto. Ya sé que cuando digo esto no me cree casi nadie. En todo caso, es difícil mientras trabajen juntos.

¿Qué diferencia hay entre Ibiza y Formentera?

La diferencia evidente de tamaño ha permitido que la segunda se haya mantenido más solitaria y menos explotable. A nadie se le ocurriría construir allí la autovía discutible de Ibiza. En noviembre, porque nunca iría en verano, he estado solo en Cala Saona.

¿Es usted Carmen Mola, la novelista negra anónima?

Te puedo asegurar que no. Demostraría una capacidad de trabajo sobrehumana, y mi visión de la violencia difiere de la suya.

¿Lorenzo Silva tiene un lado oscuro?

Todos lo tenemos. Bevilacqua también, y le atormenta. Yo no estoy orgulloso de todas las cosas que he hecho, pero procuro no repetirlas.