Carne avanza con la posibilidad de ser preseleccionado a los Oscar y la ferrolana Chelo Loureiro, su productora, sueña, eso sí, con los pies en la tierra. Este documental de animación, de doce minutos, fue realizado en Galicia aunque su directora, Camila Kater, es brasileña. El pasado fin de semana, el filme que reflexiona sobre una parte del universo femenino lograba la Biznaga de Plata al mejor corto documental en el Festival de Málaga.

Loureiro desgrana la ardua tarea de sacar adelante esta obra: "Hacer un corto de animación es más complicado que hacer uno de ficción. Un corto de animación puede necesitar una financiación de 100.000 euros por lo que tienes que buscar dinero por todas partes". Ante semejante suma, normalmente apoya solo un corto cada año. Por eso, cuando Kater acudió a ella, Loureiro solo le pudo decir que la ayudaría pero sin producir la cinta.

En el siguiente tramo del periplo, Camila logró una subvención del instituto de cinematografía brasileño pero hubo un obstáculo con la llegada de Bolsonaro. "Está deshaciendo el cine brasileño. Cuando llegó dijo que solo se haría el cine que él quisiese y a Camila no le concedieron la ayuda. Ella me dijo que tenía que parar el proyecto", rememora Chelo Loureiro. La productora reflexionó y vio que "era un trabajo necesario y muy bonito". "No podía permitir que un dictador decidiese qué cine se podía hacer o no", explica. Así que decidió aceptar el reto de buscar dinero para la opera prima de una nueva realizadora que ansiaba llevar a cabo un corto documental y de animación.

"Vi la potencialidad de la pieza pero no intuía hasta qué punto. La animación es la hermana pobre del cine. En un festival, pueden dar 1.000 euros de premio al mejor corto de ficción y 500 al de animación. En ese tipo de festivales, me niego a participar", dice.

El estreno mundial de la pieza fue en el Festival de Locarno donde logró una mención especial del jurado. Desde entonces, el corto Carne ha logrado 40 premios en diferentes países del mundo. En la Seminci, se alzó como el mejor cortometraje europeo.

Al preguntarle por las claves de este éxito, Loureiro defiende que "Camila es una fantástica directora. En su corto, varias mujeres hablan de su cuerpo y su relación, sus problemas con él, de cómo nos ven como si fuéramos carne, de cómo los estándares de la sociedad nos hacen sentir complejos".

A partir de entrevistas de varias horas, Camila -que se tuvo que mudar a Galicia para realizar el corto- presenta cinco historias, cada una con una técnica de animación diferente. "Son mujeres, detalla la productora, que tuvieron un problema y que supieron resolverlo, hablan de él con sentido de humor y eso hace que empatices con ellas".

La conexión con determinados jurados y públicos de festivales internacionales le está facilitando el camino a los Oscar. "Es difícil, lo sabemos, pero partimos con la ventaja de estar calificados", señala Chelo. Esto significa que el haber ganado en determinados certámenes le da más posibilidad de ser preseleccionados a los galardones americanos. Mientras, se podrá ver esta semana en el Festival de Cans.

Otro corto premiado en Málaga (Biznaga de Plata y mejor corto de ficción) y que se verá en Cans será Xoves de comadres de la gallega Noemí Chantada. Esta obra, explica, "pretende mostrar una historia de dos mujeres que se conocen y de alguna forma se complementan. Pretendía enseñar que la tarea del cuidado -que me enseñó mi madre- es casi siempre es femenino. Es un trabajo mal reflejado dentro de la sociedad, no tiene el reconocimiento que creo que debería tener. Es algo tan vocacional, tan necesario, no se puede hacer de forma mecánica, y hay que hacerlo con mucho cariño; incluso tratar con gente que a veces es reacia a él pero que lo necesita".

Acerca de la selección del título, Chantada señala que le gustaba la idea de los jueves de comadres en los que las mujeres podían salir de noche cuando el resto del año no podían a condición de que solo "troulear" con mujeres.

La directora y guionista destaca el trabajo de sus actrices, Aurora Maestre, y Noelia Castro. "Aurora lleva muchos años de carrera, tiene unos 80 años. Las mujeres actrices al llegar a una cierta edad no reciben papeles y, a ella, le da la vida trabajar", dice Chantada que defendió también el trabajo de Noelia Castro, "una intérprete que vale para el cine, para el teatro, para lo que haga falta".