| El espíritu de River Phoenix todavía está muy presente en uno de los clanes familiares más prolíficos de Hollywood, incluso después de tanto tiempo. Ya han pasado 27 años desde aquella noche de Halloween de 1993 en la que el protagonista de Mi Idaho privado murió tirado en la acera, a las puertas del club propiedad de Johnny Depp a causa de una sobredosis de alcohol y drogas.

A sus 23 años, ya había sido nominado al Óscar por Un lugar en ninguna parte, había interpretado al joven Indy, en Indiana Jones y la última cruzada, y su foto forraba las carpetas de las adolescentes de medio mundo. Su hermano Joaquin tenía 19 años y fue él quien esa noche insistió en salir de juerga. Fue el testigo de una tragedia que ha marcado desde entonces a una familia de hippies trotamundos, actores y cantantes.

"Siento que prácticamente en todas las películas que he hecho ha habido una conexión con River de alguna forma. Y creo que todos hemos sentido su presencia y orientación en nuestras vidas de muchas maneras", explicaba en una entrevista Joaquin. Tanto es así que, ahora, que acaba de nacer su primer hijo y el de la actriz Rooney Mara, la pareja ha decidido rendir un homenaje al tío del pequeño que se llamará exactamente igual que él.